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Aloe Vera Luxury

La producción del Aloe Vera
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En nuestra finca podrá disfrutar de una visita guiada donde podrá ver de cerca nuestra plantación. Contamos con alrededor de 30.000 plantas de Aloe Vera adultas, de entre diez y treinta años.

Nuestro cultivo ha sido desde sus inicios un cultivo ecológico. Trabajamos para poner en sus manos las increíbles propiedades regenerativas del Aloe a través de nuestros productos.

Todos nuestros procesos de recolección, limpieza y cuidado de las plantas son realizados a mano y el procedimiento de tratado de hojas, envasado y reciclaje son siempre respetuosos con el medio ambiente. No usamos pesticidas ni productos químicos. Mantenemos el método de abono y control de plagas que realizaban nuestros abuelos hace más de treinta años, todo de manera natural para evitar sustancias perjudiciales para nuestro organismo.

Hemos de resaltar también que todos los procesos se realizan en un solo lugar, ya que en nuestra finca poseemos un laboratorio donde se analiza el buen estado de las hojas y en el que además se produce nuestra línea cosmética. Tenemos además la fábrica donde se procesa y envasa el Aloe Vera y una pequeña tienda donde el visitante puede adquirir nuestros productos. De esta forma, concentrando todos nuestros procesos en un solo lugar podemos garantizar una calidad óptima ya que al trabajar con productos naturales, que son retirados de la naturaleza para ser tratados, están sometidos a agresiones externas, oxidación y una consecuente reducción de sus propiedades.

Controlamos el cultivo, la demanda y la producción del Aloe Vera para ofrecer siempre productos frescos.

 

Proceso de producción del Aloe Vera:

Cada mes se recolectan manualmente alrededor de 5.000 hojas frescas de Aloe Vera de nuestra plantación. De cada planta se extraen de cuatro a cinco hojas al año. De este modo, garantizamos la salud y calidad de cada planta y mantenemos nuestro cultivo estable. 

 

Los pasos son los siguientes: 

1. Cultivo de la planta Aloe Vera

El cultivo ideal es en un terreno arenoso con una inclinación de 25 grados y donde no exista demasiada humedad. Se cultiva a partir de hijos que crecen junto a los troncos de las plantas, y que se arrancan junto con su raíz para ser replantadas

 

2. Recolección de las hojas del Aloe Vera

Cada semana realizamos una recolección de hojas frescas a mano, desechándose todas las que no presenten buen aspecto. Para ello hay que esperar a que la planta sea adulta


3. Traslado a la fábrica  de la materia prima obtenida

El traslado se hace inmediatamente para evitar que se pierdan algunas de las  propiedades del Aloe Vera durante el proceso.

 

4. Selección y lavado de las hojas de Aloe Vera

Lavamos cada hoja manualmente con agua y lejía alimentaria para eliminar todas las impurezas externas de la hoja.

 

5. Corte de las hojas de Aloe Vera

Cortamos la base y la punta de cada hoja, siempre con utensilios de cerámica y plástico, para así no oxidar la pulpa ni dejar impurezas en ella. Tras haber cortado la base y la punta, dejamos cada hoja sumergida en agua durante ocho horas para eliminar el exceso de aloína. 


6. Extracción y triturado de la pulpa del Aloe Vera.

Extraemos manualmente la pulpa pura de la hoja con una espátula de plástico. Tras este proceso, la pulpa presenta tan solo un cinco por ciento de aloína retenido en ella. 

Toda la pulpa recolectada es procesada en frío, para así no dañar ninguna de sus propiedades.

 

7. Agregado de vitaminas

Añadimos vitaminas C y E extraídas del limón, que actuarán como conservantes naturales

 

8. Filtrado del jugo de Aloe Vera

El jugo de Aloe Vera obtenido en la fase previa, se filtra para conseguir la textura idónea para su uso

 

9. Control de calidad.

Tomamos dos pequeñas muestras del jugo del Aloe, de las cuales, una la utilizamos para realizar controles del PH y densidad, la otra es llevada a un laboratorio externo, donde se efectúan controles microbiológicos exhaustivos

 

Nuestros  productos contienen conservantes naturales, por lo que su fecha de caducidad ronda el año y deben conservarse, una vez abiertos, en un lugar fresco (preferiblemente en el frigorífico).